Esto se debe a su creencia de que la ciencia natural se caracteriza por el método inductivo, es decir, por su método que parte de largas series de observaciones y experimentos y se basa en ellos. Creen que la diferencia entre ciencia genuina y especulación metafísica o pseudo científica depende exclusivamente de que se emplee o no el método inductivo. Creen que sólo el método inductivo puede suministrar un criterio de demarcación satisfactorio.
Mientras que en la vida cotidiana no hay ningún criterio definido para determinar la validez de una inducción... la ciencia ha elaborado un código, o una regla práctica, para su aplicación".
“no hay ningún argumento lógico que justifique su aceptación”: “es una cuestión de fe”, por lo cual se siente “tentado a llamar a la inducción un principio metafísico” (Natural Philosophy of Cause and Chance de Max Born)
¿Pero por qué cree él que debe existir tal código de reglas inductivas válidas?
- La inducción, es decir, la inferencia basada en muchas observaciones, es un mito. No es un hecho psicológico, ni un hecho de la vida cotidiana, ni un procedimiento científico.
- El procedimiento real de la ciencia consiste en trabajar con conjeturas: en saltar a conclusiones, a menudo después de una sola observación (como lo destacan, por ejemplo, Hume y Born).
- Las observaciones y los experimentos repetidos funcionan en la ciencia como test de nuestras conjeturas o hipótesis, es decir, como intentos de refutación.
- La errónea creencia en la inducción se fortifica por la necesidad de un criterio de demarcación que, según se cree tradicional pero erróneamente, sólo lo puede suministrar el método inductivo.
- La concepción de este método inductivo, como el criterio de verificabilidad, supone una demarcación defectuosa
- Nada de lo anterior cambia lo más mínimo con afirmar que la inducción no hace seguras a las teorías, sino sólo probables.
"Ninguna regla puede garantir la verdad de una generalización inferida a partir de observaciones
verdaderas, por repetidas que éstas sean.
"El éxito de la ciencia no se basa en reglas de inducción, sino que depende de la suerte, el ingenio y las reglas puramente deductivas de argumentación crítica".
"Para adaptarse al mundo no hay procedimiento más racional que el de “conjeturas y
refutaciones”.Supongamos que nos hemos propuesto deliberadamente vivir en este desconocido mundo nuestro, adaptarnos a él todo lo que podamos, aprovechar las oportunidades que podamos encontrar en él y
explicarlo, si es posible (no necesitamos suponer que lo es) y hasta donde sea posible, con ayuda de
leyes y teorías explicativas. Si nos hemos propuesto esto, entonces no hay procedimiento más racional
que el método del ensayo y del error, de la conjetura y la refutación: de proponer teorías
intrépidamente; de hacer todo lo posible por probar que son erróneas; y de aceptarlas
tentativamente, si nuestros esfuerzos críticos fracasan".
"Desde el punto de vista que aquí exponemos, todas las leyes y todas las teorías son esencialmente
tentativas, conjeturales o hipotéticas, aun cuando tengamos la sensación de que no podemos seguir
dudando de ellas".
El método del ensayo y del error no sólo es aplicado por Einstein, sino también, de manera más dogmática, por la ameba. La diferencia reside, no tanto en los ensayos como en la actitud crítica y constructiva hacia los errores; errores que el científico trata, consciente y cautelosamente, de descubrir para refutar sus teorías con argumentos minuciosos, basados en los más severos tests experimentales que sus teorías y su ingenio le permitan planear.
Puede describirse la actitud crítica como el intento consciente por hacer que nuestras teorías,
nuestras conjeturas, se sometan en lugar nuestro a la lucha por la supervivencia del más apto. Nos
da la posibilidad de sobrevivir a la eliminación de una hipótesis inadecuada en circunstancias en las
que una actitud dogmática eliminaría la hipótesis mediante nuestra propia eliminación. Así, obtenemos la teoría más apta que está a nuestro alcance mediante la eliminación de las que son menos aptas.
El papel de la argumentación lógica, del razonamiento deductivo, sigue teniendo una importancia fundamental para el enfoque crítico; no porque nos permita demostrar nuestras teorías o las de enunciados de observación, sino porque sólo el razonamiento puramente deductivo nos permite descubrir las implicaciones de nuestras teorías y, de este modo, criticarlas de manera efectiva. La crítica es un intento por hallar los puntos débiles de una teoría, y éstos, por lo general, sólo pueden ser hallados en las más remotas consecuencias lógicas que se siguen de la teoría. Es en esto en lo que el razonamiento puramente lógico desempeña un papel importante en la ciencia.
"La actitud crítica, la tradición de la libre discusión de las teorías el propósito de descubrir sus puntos
débiles para poder mejorarlas es la actitud razonable, racional. Hace un uso intenso tanto de la
argumentación verbal como de la observación, pero de la observación en interés de la
argumentación. El descubrimiento griego del método crítico dio origen, al principio, a la equivocada
esperanza de que conduciría a la solución de todos los grandes y viejos problemas; de que
establecería la certidumbre; de que ayudaría a demostrar nuestras teorías, a justificarlas. Pero tal
esperanza era un residuo de la forma dogmática de pensamiento; de hecho, no se puede justificar ni
probar nada (fuera de la matemática y la lógica). La exigencia de pruebas racionales en la ciencia
indica que no se comprende la diferencia entre el ámbito de la racionalidad y el estrecho ámbito de
la certeza racional: es una exigencia insostenible y no razonable".